domingo, 9 de diciembre de 2007

ELLA DANZA CON LA MUERTE

Ella danza con la muerte estando a oscuras,
todo se le complico a causa de sus locuras.
A dos meses de embarazo mientras su esposo no estaba,
lloran los resortes por adulterados actos en su cama,
Mientras con un extraño su apetito sexual saciaba.

Fue el mejor momento de subida.
Eyacula la muerte penetrándose en su vientre,
Mientras con placer respira.

Bajo fiebre al hospital pensando que,
la alta temperatura puede ser para su hijo fatal.
Recibe una noticia más allá de lo normal.
El enfermero llega acompañado por el cura,
para darle la noticia que su enfermedad no tiene cura.

Su marido es notificado,
Y sin duda el también es contagiado.
Siendo inocente. La muerte se muere de la risa,
sonriendo por el otro lado de sus dientes,
Mientras llora, mientras llora, mientras llora.

Su primer hijo de cinco años,
la busca para darle un beso.
Ella se esconde y el reciente su rechazo.
El no comprende y su corazón se ofende,
y se asusta como al estallido de un balazo.

El marido la mira a los ojos triste y resignado,
luego mira a su hijo que podría quedar solo,
por actos que no fueron bien pensados.

El calendario corre cada una de sus páginas,
sonantes como cachetadas y en el panteón.
Se apaga un cigarrillo, es la muerte que les llama.
El humo se disparse por sus huesos,
se apoya del arado terminando su receso.
Es hora de terminar a lo que ella dio comienzo,
y la fuente se revienta es un momento prematuro.
La madre desnutrida se retuerce, es un impacto duro.

Llegando de emergencia con sus labios espumados,
ella mira a los doctores con rostros endemoniados.
Ella mira neblina en la unidad de cuidado intensivo,
el bisturí oxidado y el rostro de un niño que resalta,
sobre el cuero del ombligo.

Es tranquilizada con calmantes y vuelve a la realidad,
sabiendo que de esta viva, no saldrá.
Los doctores siguen listos para atender el parto,
pero no hay duda alguna, que ella morirá en el acto

Sale el niño y ella le pregunta, quiero saber si mi hijo tiene sida.
El doctor le dice que no y ella le responde enseguida,
al mismo tiempo que su pulmón ya no respira,
Gracias Señor hoy puedo morir más tranquila.
Y la muerte la carga en sus brazos, mientras aparenta estar dormida,
hasta desaparecer en la neblina, lejos de lo que fue su vida.

Por mas bien que se mire un cuerpo,
hay muchos, que no son como tú los pintas,
Aunque aya belleza por dentro, podría tener dañada la tinta.

No es cosa que haya sido infiel mientras estando embarazada,
Es cosa, que fue infectada y su familia sufre,
por sus actos mientras ella es enterrada.

Cuídate, la vida vale mas que un momento de placer.
Solo tú eres el dueño de tu excitación y puedes hacerlo,
conforme te la juegues, todito puedes perderlo.
Piénsalo primero antes que en ti, puedas verlo.

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